Los Reyes Magos, la verdadera historia

Como todas las tradiciones, la de los Reyes Magos ha llegado hasta nuestros días sufriendo cientos de adaptaciones basadas en escritos milenarios que relatan hechos reales o metafóricos de la antigüedad, en interpretaciones de historiadores, teólogos o estudiosos del lenguaje, y en costumbres ancestrales de tinte religioso.

Actualmente nadie discute que los Reyes Magos sean tres, que se llamen Melchor, Gaspar y Baltasar, y que vengan cada 5 de enero del lejano oriente a traer oro, incienso y mirra al Niño Jesús como regalos en su nacimiento por estar llamado a ser el nuevo rey de los judíos que iba a cambiar el mundo. Pero, ¿de dónde viene esa tradición? Si tenemos en cuenta las modificaciones que Papas, Reyes e historiadores de diferentes países y épocas han hecho de los que considerábamos como testimonios fieles de nuestra cultura, cada vez es más difícil saber con exactitud cuánto de ficción y realidad tienen nuestras costumbres.

Los Reyes Magos de Oriente

Muchas de las tradiciones que celebramos hoy en día están basadas en narraciones del Antiguo y el Nuevo Testamento, y la de los Reyes Magos no iba a ser diferente. En el evangelio de Mateo se narra la historia de unos magos a los que se les aparece una estrella como representación de Dios que les conduce desde Oriente a Belén para rendir homenaje al nacimiento de su hijo en la Tierra. Teniendo en cuenta que mago (magoi en griego), en la época en la que el evangelio fue escrito, era un término designado a los estudiosos de las ciencias ocultas como eran los astrólogos, se interpreta que estos siervos del señor hicieron un largo viaje hasta la actual Cisjordania tras una interpretación astrológica del cielo como ya hacían los mayas mucho antes.

Un mago era un astrólogo
Un mago era un astrólogo

Mateo no deja claro de qué parte de Oriente vienen los astrólogos, ni de si eran reyes o no. Algunas pinturas primitivas cristianas representan a los magos con ropa persa y, según uno de los evangelios apócrifos árabes, el persa Zoroastro hizo una profecía en la que unos magos se dirigirían a Belén para adorar a un niño nacido de una virgen que sería sacrificado por los judíos. Por otro lado, los babilonios eran considerados gurús de la astronomía y astrología de la época y, sin embargo, los escritos del profeta Isaías y el Salmo 72,10-11.15 relatan que los Reyes Magos vendrían de Arabia o del desierto de Siria.

Según interpretaciones posteriores de las sagradas escrituras, potenciadas por la doctrina de la iglesia contemporánea y recogidas en grandes obras literarias como Ben-Hur de Lewis Wallace, cada uno de los Reyes Magos que recorren medio mundo para entregar sus regalos al hijo de Dios procede de un lugar diferente, siendo uno originario de Grecia (Europa), otro de La India (Asia) y el último de Egipto (África).

¿Cúantos eran los Reyes Magos?

Aunque se puede deducir del párrafo en el que hablamos de su procedencia que los Reyes Magos eran 3, el dato de su número no se menciona en La Biblia. Mateo sí que relata que los magos de Oriente llevaron regalos al futuro rey de los judíos, y que esos regalos eran oro, incienso y mirra, de lo que se interpretó que los viajeros eran 3. Queda constancia de esta interpretación en el evangelio apócrifo armenio de la infancia y en la versión etíope del protoevangelio de Santiago, en los que se narra la infancia de la Virgen María y el nacimiento de Jesús. Debido a estas evidencias y a la importancia de la Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) la Iglesia incluyó esta cantidad en su tradición llegando a nuestros días como la auténtica.

La Adoración de los Reyes Magos de Durero
La Adoración de los Reyes Magos de Durero

En el cementerio de Priscila, situado en las Catacumbas romanas de Pedro y Marcelino que datan del siglo IV, se encuentra una pintura conocida como Adoración de los Reyes Magos en la que aparece la Virgen María con el niño Jesús en su regazo y solo 2 Reyes Magos entregando sus ofrendas.

Pintura de los Reyes Magos en las catacumbas de Pedro y Marcelino
Pintura de los Reyes Magos en las catacumbas de Pedro y Marcelino

Por otro lado, una pintura de las catacumbas de Santa Domitila del siglo III también en Roma muestra a 4 Reyes Magos en torno al recién nacido, reafirmando la fantasía creada por el teólogo Henry van Dyke en su cuento navideño El Otro Rey Mago de 1896, en el que otro mago llamado Artabán se sumaba al viaje de los otros para regalar al niño 3 piedras preciosas con poderes protectores. Según el cuento, Artabán se separó de la expedición y tardó 33 años en llegar a la Jerusalén de Poncio Pilatos despojado de sus riquezas y convertido en un mendigo.

La leyenda de los 4 Reyes Magos
La leyenda de los 4 Reyes Magos

Según la tradición armenia los Reyes Magos fueron 12 en representación de las Doce Tribus de Israel, formadas por los descendientes de los 12 hijos de Jacob procedentes de Egipto, que posteriormente fueron conducidas por Moisés hacia la tierra prometida.

El número 12 tiene mucho significado simbólico y es el número predominante en la historia bíblica. Además de estar ligado durante milenios a la medición del tiempo (12 meses, 2 x 12 horas, 5 x 12 minutos, 5 x 12 segundos), a la medición matemática (cantidad, peso, longitud…) y a la anatomía humana (el intestino delgado mide 12 pulgadas y tenemos 12 pares de nervios en el cráneo responsables de funciones sensitivas y motoras), el número 12 simboliza la perfección. Los primeros en usarlo fueron los babilonios, creadores del zodíaco (12 signos zodiacales) y del cálculo actual del tiempo.

Mapa de las Doce Tribus de Israel
Mapa de las Doce Tribus de Israel

En La Biblia el número 12 aparece un total de 189 veces y en ella representa indistintamente tanto la dominación, la conquista y la soberanía como la abundancia, la consumación y la bendición. En el libro del apocalipsis se encuentran las referencias más trascendentales a este número: la Nueva Jerusalén tenía 12 puertas con 12 ángeles de las 12 tribus de Israel, un muro con 12 cimientos y sobre ellos los nombres de los 12 apóstoles adornados con 12 piedras preciosas, una superficie de 12 estadios…

¿Cuáles eran sus nombres?

En el evangelio de Mateo, donde se origina la leyenda, no se hace mención a los nombres de estos estudiosos del firmamento. Nos tenemos que trasladar al siglo IV para encontrar la primera referencia a sus nombres y a su condición de reyes en la obra siria Cueva de Tesoros, que se refiere a ellos como Homizda, Yazdegerd y Perozad, rey de Persia, rey de Sabá y rey de Arabia respectivamente.

Es en el evangelio armenio de la infancia del siglo VI, prohibido por la Iglesia por estar narrado en primera persona por Santiago, el supuesto hermano de Jesús, donde se hace referencia a los nombres Melkon, Gaspar y Baltasar, rey de los persas, rey de los indios y rey de los árabes respectivamente. En este documento, perseguido por el clero por ser contrario a la historia de Jesús como hijo único de María y José, se cuenta que los reyes llegaron a Jerusalén el 9 de enero a hacer sus ofrendas al Niño, tras 9 meses de viaje acompañados por sendos ejércitos que sumaban 12.000 hombres comandados por 12 generales (nuevas referencias al número 12).

Representación de los Reyes Magos y sus ejércitos
Representación de los Reyes Magos y sus ejércitos

En uno de los mosaicos de la basílica de San Apolinar el Nuevo en Rávena, Italia, datado del siglo VI, aparecen los Reyes Magos haciendo sus ofrendas a la Virgen y al Niño, cada uno bajo el nombre escrito por el que lo conocemos en la actualidad, Balthassar, Melchior y Gaspar (en orden de aparición).

No se tiene constancia del autor de la obra, pero sí se sabe que fue encargada por el obispo Agnello para convertir el antiguo templo ostrogodo que era la basílica en un lugar de culto católico, por lo que se deduce que la Iglesia ya se refería a los magos de la misma forma que lo hacía el evangelio apócrifo atribuido al hermano de Jesús.

Mosaico de los Reyes Magos en la basílica de San Apolinar el Nuevo
Mosaico de los Reyes Magos en la basílica de San Apolinar el Nuevo

Los primeros regalos originales

En la época del nacimiento de Jesús era costumbre hacer ofrendas con comida para simbolizar el deseo de abundancia para el recién nacido, así que los regalos que transportaban los Reyes Magos de Oriente para celebrar el cambio de una era fueron los primeros regalos originales de los que se tiene constancia en la historia.

Mateo relata en el capítulo 2 de su evangelio cómo los viajeros ofrecieron al Niño oro, incienso y mirra, pero ¿por qué estos regalos originales en lugar de presentar sus respetos con un carnero recién sacrificado?

El oro tenía el objetivo de resaltar la condición real del recién nacido, llamado a ser el nuevo y único rey de los judíos sustituyendo al actual rey Herodes, quien hizo matar a todos los niños del reino para asegurar su supremacía. Más tarde se comprendió que el reino al que estaba destinado no era terrenal sino espiritual.

El incienso representaba la naturaleza divina de Jesús, presentado a los Reyes Magos por la estrella de Belén como el hijo de Dios. La mirra, que es un preparado que se utilizaba para embalsamar a los muertos, representaba la muerte de Jesús que vino al mundo para sacrificarse por las personas que lo habitan.

Oro, incienso y mirra
Oro, incienso y mirra

Los regalos originales que los Reyes Magos entregaron a la Virgen María y al Niño Jesús, según el evangelio apócrifo del supuesto hermano de Jesús, eran muchos más que los recogidos en el relato de Mateo.

Según Santiago, el rey Melkon entregó en ofrenda mirra, aloe (planta de la que se extrae la sabia para tratamientos médicos), muselina (tela muy fina que se usaba para adornos), púrpura (tela del mismo color con la que se viste a reyes o cardenales), cintas de lino y escrituras selladas por Dios.

A su vez, Gaspar presentó sus respetos regalando incienso, nardo (planta aromática), cinamomo (flores perfumadas de color lila) y canela. Por último Baltasar se presentó ante el Niño con oro, plata, piedras preciosas, perlas finas y zafiros de gran valor.

Si bien los regalos originales que portaban los Reyes Magos según Santiago son más numerosos, todos representan lo mismo que lo que representaban los recogidos en la versión de Mateo, siendo todos los regalos de Melkon elementos de embalsamamiento, los de Gaspar herramientas para facilitar la meditación y alcanzar la paz divina, y los de Baltasar joyas dignas de reyes.

Gracias al empeño de estos desconocidos extranjeros, en la actualidad millones de niños de países como España, México, Argentina, Paraguay, Uruguay, República Dominicana y Puerto Rico reciben la noche del 5 de enero regalos de Reyes que mantienen viva su ilusión por la Navidad y por las fiestas cristianas.

La ilusión de los regalos de Reyes
La ilusión de los regalos de Reyes

En resumen, podemos afirmar cuál es ahora la tradición de los Reyes Magos pero, es casi imposible afirmar el origen de ella.

Si aceptamos el origen en las escrituras de Mateo, estamos olvidando que gran parte de las historias recogidas en la Biblia son versiones cristianas adaptadas a costumbres paganas y a las necesidades de cada época, por lo que tenemos que atender a los escasos y poco concluyentes hallazgos arqueológicos para componer la verdadera historia.

Si quieres sacar tus propias conclusiones consulta La Biblia Online y corrobora cada hecho histórico recogido en ella en fuentes de información objetivas y fiables.

¿Existieron realmente los Reyes Magos o es un intento de adoctrinar a los creyentes en el servilismo cristiano hacia nuestro salvador? Si 3 reyes con poder, riquezas y sabiduría eran capaces de dejarlo todo y recorrer medio mundo, cruzando desiertos y surcando mares, para ir a venerar al hijo de Dios, ¿cómo no vamos nosotros a cambiar las comodidades que tenemos por una vida de amor y servicio incondicional?